Entrada 29.

Y hoy es una de esas...

Hay mañanas en las que eres un acorde apunto de hacer tiritar al pentagrama de bostezos, que comparte ventanilla en ese tren que no para de amanecer una y otra vez...

Un si sostenido en la boca y los pies reman hasta el trabajo mientras la mente a brazadas avanza entre donde crecen los sueños y los besos que imaginas se revuelven en cruces de vida...

... suaves...densos... de ojos parados en corazón desbordado...

Tengo la sangre alterada y los latidos liados a cada antojo de sístole y diástole volados al cielo del paladar...

Tengo a mi sombra asustada pegada a mi nuca... y cada mechón de pelo despeinado a su altura sin ser la suya...

Hay noches en las que eres una vena taquicardica de tanto pulso retenido en un cuerpo, al que le falta espacio en la piel para estallar a latido sentido...

... Y hoy si... hoy es una de esas noches...

A corazada...

...Salió a caminar de noche con una pintura color carne entre las manos, el brazo izquierdo extendido trazando el compás de pensamientos en las paredes de la ciudad...notando cada escalón de ladrillo...la vibración en los huesos de cada agujero y saliente... la respiración atrás de cada palabra que se repetía en su cabeza...cansada de aguantar en los carrillos las bofetadas que propinan los que dicen dominar el viento dentro de cuerpos sin aire...

... Sin ganas de ahuyentar pronombres...sin intención de aprender  a conjugar el verbo amar ,a manos de quien utiliza el tiempo como el causante del mejor imperfecto del presente...

... cansada de dejar latidos en almohadas que solo quieren dormir... de aguantar miradas echas frases que quieren hacerle la guerra a la parte mas vulnerable del amor...

... Salió a caminar de noche con una pintura color carne, con tres dedos sostenida, fuentes de piel que se revuelven tras las puertas, en la búsqueda de la canción que les ayuda a amanecer antes, de vomitar soledades al oeste de un ombligo sin nombre donde absorber la pobre limosna que deja un sin más...

...  Invisible en cada parpadeo, pintura estriada a cada fotograma que se desvela a farola pasada, calor en la yema de los dedos cuando no puedes dar esquinazo a las ganas, y el porque se  desvela azotando a la tormenta de estímulos que vive encerrada  desde la boca hasta las caderas de la palabra impulso...

... Y es que salió a caminar para no volver erguida...