sábado, 4 de junio de 2011

Dicen que anda por ahí...

...Hace años los bancos de mi paseo eran…podría decir diferentes…pero no, eran otros…madera de un árbol dispuesto a envejecer, al lado de historias…el destino los puso ahí…nadie los anclaba…recuerdo como en tandas de cinco…decíamos vamos al banco doble…movido por las ganas de estar , de hablar, de esconder dos manos ante el resto por detrás de las maderas que cubrían la espalda, …,… ensayos de amor  acercando posturas… Las ganas de escribirle palabras para que no se sintiera solo… para que solos no nos quedáramos sin sentirlo…

Hace más de tres veranos, que ya no están…ahora parecen mas ergonómicos, pero yo no puedo abrazarlos con las piernas…filas de tablas haciendo un S confundida en una L… no despuntan agarrándote la camiseta, suplicando quédate… 

...cuando marcharon intente moverlos…pero alguien ya los había clavado al suelo…

No se puede anclar al destino…sería como pretender  que el pintor  no amara el movimiento de un cuadro…como parar una ola en mitad del mar… 



6 comentarios:

Supercalifragi dijo...

Me has hecho revivir los momentos "banco de adolescencia"...en mi caso siguen allí, en el mismo sitio mirando como pasa el tiempo, acurrucando a nuevas generaciones y he sido yo la que los destituí de su cargo (soy mala persona):S

Anónimo dijo...

Afortunadamente..no se puede anclar.
Un beso

candela dijo...

Realmente, es imposible anclar destinos y consecuencias.

Besos

Anónimo dijo...

No se puede mover al destino, es cierto. Pero tampoco debería el destino movernos demasiado a nosotros,¿no?

Molinillo dijo...

y vos?... por donde andás?

Lo Breve de lo Eterno dijo...

y en mi caso... la que se movió fuí yo.

Esos bancos son los más lindos del mundo entero... ... ...

Esos "Donde te esperé" :)