...Hace años los bancos de mi paseo eran…podría decir diferentes…pero no, eran otros…madera de un árbol dispuesto a envejecer, al lado de historias…el destino los puso ahí…nadie los anclaba…recuerdo como en tandas de cinco…decíamos vamos al banco doble…movido por las ganas de estar , de hablar, de esconder dos manos ante el resto por detrás de las maderas que cubrían la espalda, …,… ensayos de amor acercando posturas… Las ganas de escribirle palabras para que no se sintiera solo… para que solos no nos quedáramos sin sentirlo…
Hace más de tres veranos, que ya no están…ahora parecen mas ergonómicos, pero yo no puedo abrazarlos con las piernas…filas de tablas haciendo un S confundida en una L… no despuntan agarrándote la camiseta, suplicando quédate…
...cuando marcharon intente moverlos…pero alguien ya los había clavado al suelo…
No se puede anclar al destino…sería como pretender que el pintor no amara el movimiento de un cuadro…como parar una ola en mitad del mar…
6 comentarios:
Me has hecho revivir los momentos "banco de adolescencia"...en mi caso siguen allí, en el mismo sitio mirando como pasa el tiempo, acurrucando a nuevas generaciones y he sido yo la que los destituí de su cargo (soy mala persona):S
Afortunadamente..no se puede anclar.
Un beso
Realmente, es imposible anclar destinos y consecuencias.
Besos
No se puede mover al destino, es cierto. Pero tampoco debería el destino movernos demasiado a nosotros,¿no?
y vos?... por donde andás?
y en mi caso... la que se movió fuí yo.
Esos bancos son los más lindos del mundo entero... ... ...
Esos "Donde te esperé" :)
Publicar un comentario